La capacidad de aislamiento y la temperatura de confort en un saco de dormir dependen de tres características fundamentales:
1. Calidad de las materias primas empleadas en su fabricación.
2. Tamaño y metabolismo de la persona que lo utiliza.
3. Estructura o diseño del saco.
• De todas las materias primas, la más importante es el relleno, siendo mejor aquél que sea capaz de retener más calor.
• Existen rellenos de plumón y de fibra poliéster. El primero, si es de alto porcentaje en plumón (90% plumón, 10% pluma) y elevado gramaje, posee un mayor rendimiento calorífico pero escasa esperanza de vida; mientras que la fibra poliéster tiene un escaso mantenimiento y larga vida.
• La complexión de la persona modificará la temperatura de confort de un saco de una manera sustancial.
• El cuerpo humano es un generador de calor a una temperatura constante de 36º ± 1º.
• Una persona menuda ocupará menos volumen dentro del saco y por tanto habrá un mayor volumen de aire a calentar.
•Una persona de complexión mediana/grande ocupará un mayor volumen dentro del saco y por tanto al no quedar un excesivo volumen de aire éste alcanzará mayor temperatura.
• Una persona de complexión muy grande dejará escaso volumen de aire para calentar por lo que no conseguirá tampoco calentarlo antes de que éste se haya escapado al exterior.
A medida que el saco esté estructurado de acuerdo con el perfil estándar de las personas (tipo momia), el saco aislará mejor y si éste posee tabiques laterales repartirá uniformemente el aire caliente alrededor del usuario.
El aire caliente dentro del saco debido a la temperatura del cuerpo humano se escapará al exterior quedando renovado por el aire frío más denso que el anterior.
La estructura del saco y el tamaño de la persona condicionarán la velocidad de calentamiento y fuga en un proceso de convección continuo.
Temperatura Máxima: Es la temperatura más alta donde un hombre de complexión STANDARD parcialmente destapado no tiene sensación de calor excesivo y por tanto no suda.
Temperatura Confort: Es la temperatura más baja en la que una mujer de complexión STANDARD y un hombre de complexión MENUDA, en posición relax sobre la espalda no tiene sensación de frío.
Temperatura Límite: Es la temperatura más baja en la que un hombre de complexión STANDARD en posición encogido no tiene sensación de frío
Temperatura Extrema: Es la temperatura más baja en la que una mujer de complexión STANDARD y un hombre de complexión MENUDA, corre el riesgo de sufrir HIPOTERMIA.
El usuario en función de su propia complexión puede seleccionar el Saco de Dormir que precisa prestando atención a las temperaturas que certifica el Fabricante bajo ensayos en laboratorios oficiales.
Existen múltiples factores y variables que afectan las condiciones de confort dentro de un saco de dormir. Ejemplos: alimentación y complexión de una persona, distinta producción de calor de cada uno, climatología en el exterior si se duerme fuera de lugares protegidos, usar ropa dentro del saco o no, etc…
Con lo cual para la elección de un saco de dormir lo mas aconsejable es tomar la “Temperatura limite” como la mas baja que creemos vamos a tener cuando usemos nuestro saco.
Otra información importante que todos los sacos deberían llevar son: altura máxima de la persona que entraría dentro del saco, instrucciones de lavado (muy importante para no perder propiedades térmicas), peso total, peso del relleno, tipo de relleno, y tejido tanto exterior como interior.
También es aconsejable que la bolsa del saco sea de “compresión”, para que el saco siempre ocupe el mismo espacio en la mochila. Y por ultimo un consejo sería la utilización dentro del saco de los llamados “sacos sabana”, que evitan la suciedad en el interior.
Al elegir un saco de dormir, es necesario valorar nuestras necesidades partiendo del uso que vamos a darle. No es lo mismo utilizar un saco para ir de camping, que para hacer media o alta montaña. Tampoco nos servirá igual para cualquier estación del año, así que su adquisición será adaptada a la estación en la que normalmente lo utilicemos.
Lo ideal sería disponer de 2 sacos: uno para primavera-verano (épocas calurosas) y otro para otoño-invierno (utilización con frío intenso), aunque lo más habitual es disponer de un solo saco, polivalente para las 4 estaciones del año. Los más polivalentes y usados en nuestro país son los sintéticos de gama alta (invierno), ya que suelen ser suficientes para salir durante casi todo el año.
Hay que tener en cuenta que no solo el tipo y cantidad de relleno afectarán a la capacidad de retención térmica de un saco. Su construcción será determinante para proporcionar las máximas prestaciones en cualquier postura y situación.